Malnutrición tipo B y la importancia de una conservación adecuada

La malnutrición no se refiere únicamente a la falta de alimento, sino también a una ingesta
inadecuada de nutrientes esenciales para el organismo. Uno de los tipos más comunes de
malnutrición, aunque menos conocido, es la malnutrición tipo B, que se produce debido a
una deficiencia de vitaminas y minerales.

¿Qué es la Malnutrición tipo B?

La malnutrición tipo B, a veces conocida como malnutrición oculta, se refiere a la
deficiencia de micronutrientes esenciales como vitaminas y minerales. A diferencia de la
malnutrición tipo A, que se caracteriza por una deficiencia calórica y proteica, la tipo B
puede afectar incluso a personas que consumen suficientes calorías pero no obtienen los
micronutrientes necesarios. Esto puede deberse a una dieta poco variada o a la pérdida de
nutrientes durante el procesamiento y almacenamiento de alimentos.

Consecuencias para los consumidores

La deficiencia de vitaminas y minerales esenciales puede tener serias consecuencias para
la salud:
Vitamina C: su deficiencia puede causar escorbuto, una enfermedad caracterizada
por debilidad, anemia y hemorragias. La vitamina C es fundamental para la síntesis de
colágeno, la absorción de hierro y el correcto funcionamiento del sistema
inmunológico.
Hierro: una deficiencia puede llevar a la anemia ferropénica, con síntomas como
fatiga, palidez y disminución de la capacidad cognitiva.
Zinc: esencial para el crecimiento, la función inmunológica y la cicatrización de
heridas. Su deficiencia puede causar retraso en el crecimiento, pérdida de cabello y
disminución de la función inmunitaria.
Estos son solo algunos ejemplos. La realidad es que cada vitamina y mineral desempeña
funciones cruciales en el cuerpo.

Keepcool: conservando la calidad nutricional

Una de las maneras en que podemos combatir la malnutrición tipo B es asegurándonos de
que los alimentos que consumimos conserven su calidad nutricional. Aquí es donde entra en
juego keepcool.
Keepcool ha demostrado ser eficaz en la conservación de frutas y verduras,
manteniéndolas frescas por más tiempo y, lo más importante, sin pérdidas significativas de
vitamina C. Al mantener intacta la vitamina C, un antioxidante esencial, no solo
aseguramos una adecuada nutrición sino que también potenciamos las propiedades
antioxidantes de los alimentos, fundamentales para combatir los radicales libres y prevenir
enfermedades.

Conclusión

La malnutrición tipo B es un problema silencioso pero grave. Es esencial diversificar nuestra
dieta y asegurarnos de que los alimentos que consumimos conserven su riqueza nutricional.
Gracias a soluciones innovadoras como keepcool, podemos dar un paso adelante en la
lucha contra la malnutrición y garantizar un futuro más saludable para todos.

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